Comparto con todos, mi cuento mágico, es basado en mí vida y en mi futuro 🌈🌈🌈

BEAUTIFUL FREEDOM

Esta es la historia de Steven, un chico tranquilo, trabajador, que le encanta el buen vestir, las fiestas, muy sincero, honesto, sin nada que tacharle, pero que ha luchado día a día con todos, desde que estaba en la escuela, en su zona de residencia, con su familia, con la sociedad entera.

No tolera las injusticias, la desigualdad, la discriminación. Le encanta pasar tiempo con sus amigas, saliendo a pasear, a tomarse un café, a caminar al bosque. Pero lo que tanto amaba es pasar momentos con su pareja, con su amado novio Rafael. Pero todo esto, tiene un origen, un alfa, un comienzo.

Steven, un chico que estudiaba en un buen colegio de la ciudad, era muy tranquilo, llevaba excelentes notas, tenía una gran afinidad con todos sus compañeros, cuando le tocaba ser la voz líder, la asumía con mucha fuerza, pero sino, respetaba las decisiones de los demás y “manos a la obra”. Era muy constante y se graduó con honores, y se venía salir a la vida real, al campo de batalla y él preparado, debido a que vivió con su tía y su prima Fátima, que era su amiga y cómplice de muchas aventuras, y ella sería, de las primeras personas en saber algo que le cambiaría sus vidas.

Steven estaba en su primer año de universidad, y allí fue el inicio de todo.

-          “¿Cómo te fue esta tarde? Le preguntaba Fátima

-          “Ermmm, pues bien fíjate, conocí a muchas personas, sentía algo de nervios”

-          “¿Nervios? Sí lo es primix, es por lo de gente nueva, por estar en otro mundo”

-          “Si, si, si es por eso”

Pero lo que no sabían, era que Steven se había enamorado de un compañero de estudios, un chico de origen franco español, su nombre Rafael.

Rafael era muy atlético, muy fuerte, de buen vestir, algo que a Steven le encantaba, estaban sentados en la misma línea. Steven lo volteaba a ver, y sentía como si su corazón se le salía, era su primer amor, su hombre deseado. Pasaron los días y que buena surte, tocaron juntos en el mismo grupo de exposición.

Steven no sabía que hacer, se sentía tan pero tan en las nubes, y allí fue que se declaró gay, no en forma pública, sino consigo mismo. Y vaya coincidencias de la vida, también era gay. Fue un momento de gloria, de placer para Steven.

-          “Hola Steven, mira ¿te puedo decir algo?”

-          “Rafa,sí claro para eso estamos los amigos”

-          “Desde hace un tiempo siento cosas, cómo que algo cambia en mí, es algo dulce, algo placentero, Steven, serás el primero en saberlo, me gustan los hombres, soy gay”

En ese entonces Steven, al oír esto, sentía un colapso emocional, quería gritar pero no podía, y vino otra explosiva declaración de él

-          “Wow, wow, ermmm…ahhh…ta ta también, digo, este, si, para que demonios lo oculto yo, me gustás Rafael, sí, yo también soy gay, me gustas desde el día que te ví por  primera vez, y estoy enamorado de ti”

A los segundos de todo esto, Steven y Rafael se dieron un tierno y sincero abrazo y algo que esperaban por muchos meses, su primer beso. Un beso dulce, un beso que comenzaba una relación muy duradera. Tenían sus escapadas, sus aventuras, sus momentos de placer a solas.

Steven y Rafael compartieron todas las materias de la universidad, incluso ellos dos se inscribían en el mismo horario, para no separarse nunca. Hasta que un día, Steven ya no quería vivir en el closet y una noche en casa, con su prima Fátima y su mejor amiga Marlene, el las llamó para decirles todo

-          “Chicas, las he llamado para una cosa”

-          “¿Qué cosa, estás bien, embarazaste a una de tu clase? Le decía sospechosa Fátima”

-          “No, no para nada, es para que sepan algo”

-          “¿Qué es eso Steven, habla ya, nos tienes nerviosas, decía Marlene”

-          “Pues para que lo oculto, desde hace varios meses siento algo que sólo yo y otra persona lo sabemos, perdón por decirlo tardíamente, pero…me gustan los hombres, tengo novio y si, Fátima y Marlene, yo Steven, soy gay”

-          “¿Qué demonios, es cierto eso o es una broma? Decía Fátima muy sorprendida y con incredulidad”

-          “Wow amigo Steven, wow…” Se quedaba sin palabras Marlene muy sorprendida y sin nada que decir o actuar.

-          “Sip, soy gay y les presento a Rafael, mi novio” .

Steven abría la puerta de su habitación y salía Rafael, con dos banderas de arcoíris una suya y otra de Steven, se las pusieron y se dieron un beso. Fátima y Marlene con lágrimas y sorprendidas les daban un abrazo.

-          “Ya somos las Chicas Superpoderosas” decía un sonriente y tranquilo Steven

Desde ese momento, Steven, Fátima y Marlene salían a muchas partes, eran tres “amigxs” que compartían momentos de felicidad, de gustos, de secretos, de todo.

Incluso, Steven y Rafael fueron al desfile del orgullo LGBT, ya como pareja, ya como dos almas que se unieron para la vida eterna, que vivían juntos, que habían abierto su propio negocio. En ese mismo evento, conocían a Erica, una chica trans que, les dio la bienvenida al evento

-          “Hola chicos, soy Erica, bienvenidos al desfile, los veo felices y que linda pareja son”

-          “Ay gracias, soy Steven y él es mi novio Rafael, somos pareja desde hace un par de años, nos conocimos en la Universidad y vivimos juntos.”

-          “Awww, encantada de conocerlos, por allí anda mi novio, bienvenidos chicos al colectivo”

-          “Gracias Erica, muy amable y muy tierna, ay Rafita, mirá que lindos sus zapatos rosados”

-          “Si amor, son lindos y se verían divinos en tus pies”

Empezaba otra gran amistad, una amistad ya con otra miembro del colectivo LGBT. Erica, una chica que, como ellos, había luchado por obtener su identidad, a luchar contra la discriminación, a pelear por oportunidades laborales y lo consiguió unos días antes.

-          “Por cierto, si gustan podemos ser amigos, podemos darnos nuestros números y compartir experiencias de nuestras vidas”, decía Erica muy sonriente y nerviosa de haber conocido a sus nuevos amigos.

Llegó una tarde donde Steven presentaba a Erica. Eran la 1 pm, había organizado un almuerzo en su casa, había decorado con rosas de todas las tonalidades, con una mesa cubierta con un mantel rosado y con un bouquet que su novio le había regalado. Y empezaron a llegar los invitados

-          “Hola Steven, soy Erica, ya estoy afuera de tú casita amix”

-          “Ay espera niña, ya voy a abrirte”

-          “¡Hola! ay que rico hueles Erica, y que lindo te vistes bebé!”

-          “Gracias Stevencito, y aww que guapo se ve tu príncipe”

-          “Holis Erica, un placer que estés con nosotros, ya vienen las demás para empezar”

Y al rato llegó Marlene justo unos minutos antes, para saludar y conocer a Erica

-          “Hola Marlene, ¿cómo estás nena? Te ves espectacular con esa blusa”

-          “Gracias Steven, veo que tienes invitada”

-          “Sii, pasa conmigo, ay, Erica ella es mi mejor amiga Marlene, somos amiguis desde hace muchos años, y Marle, ella es Erica, nos conocimos en el desfile del orgullo.”

-          “Mucho gusto en conocerte, soy Marlene y me da gusto conocer a otra amiga de mi amigo”

-          “Ay gracias, si soy Erica, tengo 25 años, soy muy trabajadora, tengo mi salón de belleza y cuando gustes, ven a visitarme, te haré descuento”

Y llegaba Fátima, un poco tarde por su trabajo, pero justo a empezar todo

-          “Hola, perdón por venir tardecito, upsi”

-          “No hay problema Fati, ven pasa, no hemos empezado el almuerzo”

-          “Hola Marle, hola Rafita, hola la otra chica”

-          “Fati, ella es Erica, la conocí en el desfile, Erica ella es mi prima Fátima, fue de las primeras personas en saber de mi orientación, y con quien jugábamos a ser modelos y nos maquillábamos”

-          “Encantada de conocerla, Steven me ha contado mucho de usted y quiero que sepa que si puedo ser su amiga. Soy Erica y divinos sus zapatos, ¿dónde los compró?”

-          “Ay gracias, si ya sabe Erica, usted muy guapa y muy linda”

Empezó el almuerzo y al mismo tiempo, una amistad entre “las cuatro”, Steven, Erica, Marlene y Fátima, se unieron en un lazo irrompible que ha durado muchos años y se frecuentan seguido, para hablar de lo que más les gustaba, de sus vidas, de todo lo que unas chicas podrían hablar.

Hasta que una noche, la noche de cena de navidad. Steven había organizado todo, muy pocos llegaron, su prima Fátima , su mejor amiga Marlene, Erica y su novio. Cenaron muy rico, bebieron café y un rico postre, hasta que pasado el abrazo de navidad, Rafael se arrodilló y…

-          “Steven, hemos compartido muchos años juntos, somos pareja, tenemos nuestra propia empresa y quería decirte si ¿querías ser mi esposo?”

Steven se quedó callado, pálido y con lágrimas de amor, un amor puro, un amor sincero y dijo

-          “Si, acepto Rafa, quiero ser tu compañero de vida pro siempre”

Marlene y Fátima felices ellas, al ver a ellos dos juntos, felices, ya con planes de boda, una boda que se realizaría en pocos días, mucho amor y felicidad rondaba en la casa esa noche.

Fátima y Marlene se quedaron en casa, cada quién en una habitación y llegó la noche, la noche que ellos dos esperaban con mucha ansiedad.

Empezó la noche con ellos dos, sacándose la ropa, con besos con caricias, con emociones a flor de piel, se quitaron todo e hicieron el momento cúspide, el momento en el cual ellos dos, dos chicos que se amaban desde el inicio esperaban. Una explosión de amor de dulzura, de satisfacción que hasta se quedaron dormidos y muy felices despertaron al mediodía siguiente, para decirle a todo el mundo que su amor estaba presente y esto “apenas empezaba”

Llegaba el día de la boda, habían alquilado un lugar en la playa, dónde solo pocos llegaron, Fátima, Marlene, Steven y Rafael, cómo en toda boda, Rafael llegó el día después para eso de “evitar ver al novio”, y muy nervioso él, esperaba a su prometido, a su novio, a su amor Steven que llegaba con Fátima, Erica y Marlene como damas de honor.

Eran segundos de una ansiedad tierna, un amor puro, y se tomaron las manos y enfrente de la representante de la alcaldía …

-          “Rafael y Steven, dos hombres que lucharon contra todo, que tienen un gran apoyo. ¿Rafael aceptas a Steven como compañero fiel de vida, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta el último día de sus vidas?”

-          “Si, acepto”

-          “Lo mismo va para ti Steven, ¿aceptas a Rafael como compañero fiel de vida, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta el último día de sus vidas?”

-          “Claro, acepto”

-          “Entonces yo los declaro marido y marido”

Y así empezó el matrimonio Álvarez Torrefuerte, dos hombres, dos almas que unieron sus vidas para siempre.

Así vivieron muchos años, adoptando una niña y con mucho éxito como empresarios.

Y así la vida de Steven.

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